Tetsuo // 1988

Tetsuo // 1988

La mayor parte de las ocasiones en que se usa la palabra «original» NO SE NOMBRA  definitivamente A «Tetsuo – The Iron Man», de Shinya Tsukamoto.

Quisiera decir: «Tetsuo narra la historia de…», pero en realidad no hay historia, a menos que uno decida ver la sucesión de demenciales escenas como una historia. Supongo que con un poco de análisis podría encontrarse una cierta relación causal entre los eventos, pero yo prefiero tomarla como una ráfaga de estímulos viscerales, realizados con una especie de neo-estética, cuyos alcances apenas llego a comprender, pero que considero fascinantes.

Las mencionadas escenas muestran a varios hombres y mujeres (los clásicos «salarymen» de japón, con sus característicos trajes, camisas y corbatas) en una serie de encuentros entre humano y máquina. Esos encuentros varían desde un fetichista del metal, quien disfruta incrustando piezas de metal en su cuerpo (y definitivamente NO son piezas pequeñas) hasta el atropellamiento de un transeúnte filmado de manera tan inusual que inspira a la vez risa y tristeza.

Pero aunque los conceptos sean interesantes, es el estilo lo que convierte a «Tetsuo – The Iron Man» en una auténtica obra de arte, pues aunque utiliza herramientas cinematográficas comunes, lo hace con tal frenesí que el resultado es un ataque a los sentidos. Esta es una de las poquísimas películas donde el estilo es tan fuerte, tan agresivo que compensa por mucho la falta de narrativa coherente. Filmada en blanco y negro, con un mínimo de diálogo pero abundantes efectos de sonido, esta película utiliza «stop motion» como principal herramienta para lograr el frenético ritmo que incansablemente arroja imágenes de torcida belleza al espectador. La técnica de «stop motion» (movimientos hechos cuadro por cuadro en objetos para simular movimento fluido) se usa en cosas y en personas, de tal forma que los personajes de Tetsuo frecuentemente son vistos deslizándose a vertiginosa velocidad a través de desiertas calles. Cuando llegan a sus casas (o talleres, o lugares de trabajo, según sea el caso) la influencia de su encuentro con las máquinas los persigue. El caso más notable es el del trabajador que paulatinamente se transforma en un ente de metal. Desde los primeros «sutiles» cambios (como un clavo saliendo de su mejilla) hasta la grotesca metamorfosis de sus órganos sexuales al momento de tener relaciones con su novia.

No pretendo analizar el significado de esta extraña cinta. Tan sólo quiero expresar el agradable impacto a nivel emocional e intelectual que he recibido en las ocasiones en que la he podido ver. No es fácil de encontrar, pero quien lo logre será recompensado por una alucinante y ferozmente innovadora experiencia. Muy recomendada para quien guste del lado extraño del cine y para quien no tenga miedo de ver sus sensibilidades agredidas por una muy personal obra que puede o no gustar, pero que es imposible de ignorar.

Tetsuo, el hombre de hierro

TÍTULO ORIGINAL Tetsuo
AÑO 1988
DURACIÓN

67 min.

PAÍS
DIRECTOR Shinya Tsukamoto
GUIÓN Shinya Tsukamoto & Kei Fujiwara
MÚSICA Chu Ishikawa
FOTOGRAFÍA Shinya Tsukamoto
REPARTO Tomorowo Taguchi, Kei Fujiwara, Nobu Kanaoku, Renji Ishibashi, Naomasa Musaka, Shinya Tsukamoto
PRODUCTORA Kaijyu Theater
GÉNERO Ciencia ficción. Terror | Gore. Película de culto. Cyberpunk. ME CHUPO EL PENE SOLO.
SINOPSIS El protagonista es un extraño hombre conocido como ”el fetichista de metales”, que tiene la insana costumbre de clavarse trozos de metal en el cuerpo. Un buen día, sufre un accidente de coche y choca contra otro hombre quien, a partir de ese momento, empezará a sufrir extraños síntomas en su propio cuerpo. Extrañas protuberancias metálicas surgen de su cara y extremidades. Mientras, el hombre fetichista, sueña con un mundo de metal en el cual todos sufrieran una mutación hasta conseguir una transformación total y absoluta. (FILMAFFINITY)

Deja un comentario